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RECONOCEN PROYECTO ECOLÓGICO SOBRE RECICLADO

La primera vicepresidenta, Karina Beteta, dio un reconocimiento al proyecto de reciclado de pañal desechable y cáscara de plátanos para abono natural, impulsado por un grupo familiar de Huánuco, que es liderado por la investigadora Lissette Yllanes.

            “Hablar de desarrollo sostenible es hablar del cuidado del medioambiente y del bienestar social. Este proyecto permite disminuir la basura y, por ende, la contaminación en Huánuco”, explicó la congresista Beteta. Además, agregó que esta iniciativa ha demostrado su impacto positivo en la agricultura.

            “La ceremonia permite brindar un reconocimiento por el desarrollo de prácticas sostenibles en diferentes aspectos, como la gestión integral de residuos y la mejora de las condiciones económicas y sociales de recicladores”, explicó.

            La primera vicepresidenta agregó que el Congreso tiene que continuar con estos reconocimientos a “aquellos ciudadanos que, con un granito de arena, pueden contribuir al cuidado del medioambiente y a la mejora económica de las familias”.

            Por su parte, la congresista Marisol Espinoza, presidenta de la Comisión de Inclusión Social y Personas con Discapacidad, destacó que este proyecto haya nacido como una iniciativa de una familia que, es finalmente, la base de la sociedad y del Estado. Además, indicó que esta ceremonia demuestra el compromiso con la descentralización.

            “Este reconocimiento coloca sobre el tapete un tema tan importante como el cuidado del medioambiente ligado a una actividad productiva”, dijo también Espinoza.

SOBRE EL PROYECTO

            Lissette Yllanes, líder del proyecto Reciclado de pañal desechable y cáscara de plátanos para abono natural, recuerda los orígenes de esta iniciativa, algunos años atrás, en Huánuco.

     “En el distrito donde vivía no pasaba el carro basurero y se me acumulaban las bolsas de pañales. Comencé a investigar, porque soy investigadora científica, y dije, ¿por qué no ver en qué se pueden utilizar?”, contó. Además, explicó que el pañal es el tercer producto que más contamina el planeta.

            “Lo que hemos hecho es sensibilizar y luego hemos buscado una solución como grupo familiar”, agregó Yllanes. De esta forma, descubrió que el gel del pañal, luego de un proceso, puede convertirse en abono. De esta forma, comenzaron a reunir pañales y empezaron a trabajar el proyecto.

            Dijo que para que la sociedad mejore, es necesario el fomento de valores en la familia. “Los niños son los que transmitirán, de generación en generación, la importancia del cuidado del planeta”, dijo. En ese sentido, explicó que con los niños del grupo familiar han dado charlas en colegios y han colaborado en el proceso de reciclaje.

            Por su parte, Dante Cueva, ingeniero agrónomo del proyecto, explicó mayores detalles del proceso: “Al pañal se le saca el gel y el plástico se regresa a reciclaje. El gel, más el plátano, se suma el estiércol de vacuno, que degrada los materiales”. Así, todos estos componentes tienen una función en el proceso de elaboración del abono, señaló.

            Finalmente, Teófilo Briceño, representante de la comunidad campesina de Chicchuy, en Huánuco, beneficiaria de este proyecto, contó sobre la rentabilidad de este abono que les permite ahorrar agua y tiempo.

            Hay que mencionar que el proyecto Reciclado de pañal desechable y cáscara de plátanos para abono natural ocupó el puesto 11 en los Premios Latinoamérica Verde 2018, en la categoría Agua.

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